El
próximo jueves, 8 de noviembre, a las 18 h., inicia su andadura la Sala de
Exposiciones del Colegio La Salle F. Gran Vía. Lo hace con vocación de ampliar
la oferta expositiva en nuestra ciudad, especialmente para dar a conocer a
nuevos nombres que, desde las artes plásticas y la fotografía, quieren hacerse
un hueco en el restrictivo entramado de la exhibición y el mercado artísticos.
La exposición inaugural se basa en
varias obras del escultor y diseñador gráfico Pablo Morales, que, a pesar de su
juventud (veintiséis años), ostenta en su particular currículum haber participado en sendas muestras de carácter
internacional Open Art Fair (Utrecht, Holanda, 2010) o La huella del
Sonido, (Gaillac, Francia, 2010), así como haber
obtenido varios galardones a nivel nacional.
Los trabajos que tenemos la
oportunidad de contemplar plantean un concepto plástico, a pesar de ser
esculturas, esencialmente bidimensional; están pensadas para ser colgadas de la
pared, aportando una pauta nueva en el quehacer de este artista, que hasta
ahora había practicado una obra caracterizada por la presencia del volumen, es
decir, el predominio de las tres dimensiones, lo que permitía rodear
enteramente las piezas, apareciendo sostenidas por el preceptivo pedestal. No
obstante, sí que es cierto que, aun en estos casos, observamos una cierta
tendencia a bidimensionalizar la pieza escultórica, en la que parece predominar
una visión frontal ideal para el espectador, tal como pudimos comprobar en el
trabajo que presentó para la exposición Arte
para un Compromiso, celebrada el
verano pasado en la Sala del Cuarto Espacio Cultural de la Diputación
Provincial de Zaragoza.
Son obras están compuestas de
figuras geométricas simples, definidas, en algunos casos, a partir de un módulo
cuadrangular que determina paralelepípedos que otorgan, a su vez, un mayor
grosor a los elementos, más contundencia, aunque la impresión general es de
bastante ligereza. También está presente el círculo y la esfera, la curva, que
ofrece una ruptura más dinámica al carácter ortogonal predominante.
Regularidad, proporción, ritmo contenido y armonía son nociones que podemos
apreciar con su visionado, cualidades que se asocian con la música, como el
artista ha buscado conscientemente en otros trabajos a lo largo de su
trayectoria, aflorando una sugerente interrelación de implicaciones
sinestésicas: la vista y el oído confluyen en una comunión de formas rítmicamente
modeladas y sonidos latentes, como propusiera el artista venezolano Jesús
Rafael Soto, entre otros muchos que han trabajado sobre estas relaciones.
También se materializa la idea de
trazo (casi un auténtico estilema del autor, por la abundante presencia en el
conjunto de su obra), de forma fluctuante en el espacio, de perfiles y extremos
profundamente agudos, que encabalga y conduce la atención hacia los dos
términos de la composición. Trazo a modo de gesto expresionista, de pincelada
en el espacio, como si se tratara de pura caligrafía de procedencia oriental.
Ciertamente, estos trabajos adquieren resonancias cercanas al ascetismo zen, y
como un jardín o un poema haiku, son
de una pureza reduccionista que a nadie deja indiferente.
Simplicidad
y economía de medios, correspondencia entre materia y espacio, factor último
que también desempeña un papel determinante desde el punto de vista plástico,
de completamiento, integrándose en el conjunto, o de separación, asumiendo
identidad propia como vacío.
Asume así el
artista una de las constantes y más fructíferas preocupaciones de la escultura
contemporánea. En este sentido, no oculta deudas con las aportaciones de la
tradición en este campo creativo: desde el geometrismo propio de los
constructivistas, hasta la concreción de sus continuadores y herederos, los
minimalistas (nos vienen a la mente nombres como Carl André), por no hablar de
la experimentación y combinación de los materiales (hierro oxidado que da a las
piezas una cualidad cromática a partir del degradado, junto a la madera y el acero
pulido), así como el énfasis en la geometría más simple que desarrolla el
movimiento Pintura-Pintura (Gonzalo
Tena o José Manuel Broto, etc.).
Se trata, en suma, de un conjunto de
bastante homogeneidad, que nos presenta un concienzudo estudio sobre la forma,
y que, en sintonía con su reduccionismo y ausencia de cualquier elemento
descriptivo, se orienta más hacia la connotación que a la denotación.
Francisco Javier Lázaro
Comisario de la exposición
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